Lady Bathory le doy la bienvenida a su espacio para descargarse emocionalmente, sea lo que sea lo que le inquieta... ya sea amor odio,etc

jueves, 15 de abril de 2010

UN ENCUENTRO PASIONAL CON JENNYFER




Mira he llegado, corrí lo más que pude,
Quiero verte casi dilatada en pasión, dormirás después,
Ahora es el tiempo de la cosecha.

Fusilemos de la existencia
A los antiguos amantes que nos marcaron.
Estamos en la más promiscua libertad.
Disolvamos ese glacial embudo de nuestras miradas,
Deja que me agasaje con tu abertura resplandeciente y
Acuosa y la disfrute igual que a una estrella genital.

Quiero desfilar por tu lujuria ampulosa, provocarte
Tormentas de fuego y nieve, conjurar tu furia.

Formaremos revoluciones de exquisitas miradas,
Signos de piel, nos amaremos en Maracaibo,
Despertaremos en Cartagena.

Agrietaremos las fronteras y las llenaremos con nuestro morbo.

Estoy finalmente encima de ti, paso las yemas
De mis dedos por tu pubis una y otra vez, recuerdas
Todas tus caminatas matutinas por las montañas.

Tus pechos están plenos y batallantes,
Tienen olor a hierbabuena y a jazmín de noche.

Empiezo a imaginarme el resto de tu cuerpo;
Estoy mirando tu blanca carne que se cobija entre
Tus muslos, esta tan delicada.
Quiero hacerle caricias con mi boca.

Elevo un poco tus piernas, las separo con entusiasmo,
Te penetro, y con mi línea de efusión echa carne dentro de ti
Te levanto con mis brazos dejando tus labios frente a los míos.

Lamo tus mejillas, caigo en los más depravado sin pagar
Las consecuencias, no hay calma en este paraíso.

Me aferro a tus nalgas mientras me balanceo entre tu ciénaga
Lubricante; gimoteas, te lamentas igual que las
Gatas de casta, respiras muy profundo, pareces una pantera
Llorando por los pezones.

Mordisqueas mis orejas, tu lengua se quiere desviar por mi cuello,
Estoy a punto de estallar, tú estas inundada,
Fabricas agua salada, riegas tus sargazos.

El peligro nos excita, solo somos gritos y carne,
Nos hurgamos queriendo convulsionar.

Estoy sumergiendo cada vez más
Mi sexo, el tuyo lo recibe con gratitud, no hay
Un solo lapso que sea más carnal, eso nunca
Lo podremos olvidar, es lo prohibido.
Un sacro pecado, regalo celeste.
Nuestras banderas hondean, se fusionan,
La sensualidad gruñe en nuestras naciones.

Somos dos caníbales emocionados, la cacería
Es cada vez mas profana; nuestros ojos están
Nadando en la perversidad, nos vemos desnudos,
Reímos y estallamos en el mismo minuto.

Tenemos la marca de la bestia en nuestras espaldas.

Quedamos tendidos en la alfombra, el reloj
Se deslió; es igual a un cuadro de Dalí,
Las horas fornicaron al vernos tan afrodisíacos.

Fuiste tan salvaje y exquisita, que me convertiste
En el mejor adicto de tu orquídea apetitosa.

- para ti mi asombrosa Jennyfer, que con tu sensualidad me libraste de mis malditos fantasmas y rescataste de nuevo mi pasión

- ARMANDO - LESTAT

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